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El submercado. La segregación urbana a tráves del prceso de mercantilización y desmercantilización

Esta investigación aborda el proceso de mercantilización y desmercantilización del submercado de la vivienda informal. Para ello se debe comprender el contexto donde se da origen a la segregación urbana, entendiendo que la economía es un factor regulador de las desigualdades sociales, produciendo una distribución de la riqueza que no es justa ni eficaz.

“Valores de uso directamente ligados a la acumulación de capital, y en particular a la producción de mercancías, en detrimento de aquellos ligados con el consumo y, especialmente, con la reconstitución de las capas populares” (1)

En esta investigación se procuró indagar acerca de la segregación urbana a través del proceso de mercantilización y desmercantilización del mercado inmobiliario formal e informal, dando lugar al submercado.

En primera instancia se debe comprender el contexto donde se da origen a esta segregación urbana, entendiendo que la economía es un factor regulador de las desigualdades sociales, lo que produce que la distribución de la riqueza no sea justa ni eficaz. Repasaremos brevemente la historia para comprender las medidas económicas que llevaron a la formación del submercado de la vivienda informal.

Al encontrarnos en una ciudad con principios económicos capitalistas, los servicios urbanos se convierten en un bien mercantil, éstos se capitalizan dejando de ser accesibles para toda la población, generando desigualdades y exclusión. Es decir, los servicios urbanos se dejan de concebir como bienes no materiales (2) imprescindibles para la actividad económica de la producción de una sociedad.

En este escenario interactúan distintos actores de poder adoptando decisiones e interviniendo a través de los usos de los procesos de mercantilización de los servicios urbanos para generar un tipo de plusvalía mediante algún recurso monetario. Es importante destacar que el Estado es un actor de poder que interviene como un ente regulador de los recursos económicos del país. Se hará hincapié en los conceptos de Estado de Bienestar y Estado Neoliberal. Se planteará como sus medidas intervienen o no en el mercado de la fuerza de trabajo y en el mercado inmobiliario formal e informal.

Se tomará como caso para explicar las relaciones de los actores de poder el mercado inmobiliario informal de los asentamientos consolidados de la metrópolis. Para ello, tomaremos como estudio de caso las villas, asentamientos y NHT de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, posicionándonos desde la mercantilización del submercado de la vivienda y la desmercantilización por parte del Estado. El marco referencial es el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 -Censo del Bicentenario- realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Se tendrá en cuenta lo estudiado y analizado por distintos investigadores.

Por último a modo de conclusión se buscará diagnosticar las distintas realidades y efectos del submercado que nos permita conocer cómo impacta a los inquilinos las distintas medidas políticas o la falta de respuestas hacia este sector. Se buscará develar cual es la mejor política aplicada para esta fragmentación social urbanística en pos de la igualdad urbana y la equidad social.

Contexto.

El neoliberalismo surge a mediados de los 70´ para dar respuesta a la menguante rentabilidad de las industrias de producción masiva y la crisis del Estado de Bienestar. “La ideología neoliberal se sustenta en la creencia de que los mercados abiertos, competitivos y no regulados, que no se encuentran sometidos a injerencias estatales ni a las acciones de colectivos sociales, representan el mecanismo óptimo para el desarrollo socioeconómico”. (3)

El programa de reestructuración neoliberal aplicado en los 80´ a los países periféricos y semiperiféricos por parte de las primeras potencias, se utilizó para justificar los diversos proyectos que el neoliberalismo quería implementar, “la desregularización del control del Estado sobre la industria; las ofensivas en contra del trabajo organizado; la reducción de impuestos corporativos; la contracción y/o privatización de los recursos y servicios públicos; el desmantelamiento de los programas de bienestar social; la ampliación de la movilidad del capital internacional; y la intensificación de la competencia entre localidades”. (4)

La política neoliberal se caracteriza por incentivar el libre mercado. Tiene como característica principal, que se adapta al lugar donde se quiere implementar, logrando coexistir con otras formas de Estados o Sociedades (proceso de adaptación y conversión llamado HIBRIDISMO). Para tener mayor aceptación de la población la ideología neoliberal aplica previamente ciertos criterios de carácter social, como incitar a una visión individualista fomentando la competitividad, teniendo como efecto la creciente antipatía hacia las distintas formas de solidaridad social e institucional.

Esta ideología de libre mercado lo que consigue es profundizar la polarización social, fomentando la segregación y segmentación de las ciudades, además de provocar el estancamiento económico.

“Bajo condiciones capitalistas modernas, es preciso un marco de apoyo de instituciones no mercantilizadas para un sistema económico que utiliza la fuerza laboral como si fuese una mercancía”. (5) El trabajador es tratado actualmente como un bien, una mercancía, que pasa a formar parte del engranaje de la producción de un bien de uso, utilizando su fuerza de trabajo para dejar una plusvalía al productor.

Otro factor a considerar es la mercantilización del suelo, una variable más, que acrecienta los costos de los bienes de uso, que deja a gran parte de la población sin poder tener acceso a ellos. Si a esto se le agrega la desaparición de los derechos al consumo y al acceso de los bienes de primera necesidad estamos en presencia de un mercado que termina determinando el valor del bien mercantilizado.

A todo esto hay que sumar la aparición del Estado de Bienestar que interviene como un ente regulador para reconocer los derechos de la ciudadanía. Implementa distintas medidas distributivas de desmercantilización, por medio de la política social y urbana. Así mismo la ciudadanía recurre a la autoconstrucción o al autosuministro de materiales para dar origen a la urbanización popular cuando los bienes de uso son mercantilizados.

El Estado como actor regulador.

“Entender una ciudad como una sociedad local implica suponer que lo que en ella pasa depende de lo que hacen los actores que en ella inciden, depende de sus decisiones. En segundo lugar, implica que esas decisiones surgen dentro de relaciones concretas: entre actores particulares económica, social y culturalmente. En tercer lugar, que esos actores deciden sobre la ciudad y lo hacen dentro en un contexto formado por los ámbitos globales de la realidad (nacional e internacional)”. (6)

La ciudad se encuentra conformada por diversos actores que actúan dependiendo de las relaciones de poder. Son heterogéneos y se organizan como unidades de acción, que se consolidan en el territorio urbano; articulan con actores de distinta base estructurales (socioeconómica, socio-demográficos o políticos) y de distinta base territorial, con el propósito de construir “ciudad”. En otras palabras, una sociedad local (unidad de acción) se encuentra conformada por individuos y diversos grupos sociales de poder, que se posicionan dependiendo de su nivel en el sistema de relaciones en el ámbito local.

El Estado es un actor que puede proceder como un ente regulador de las relaciones del mercado de trabajo interviniendo de tal forma que permita sumar e integrar a la población, cubriendo las necesidades básicas. Dependiendo de las distintas decisiones, medidas y elección de la política que quiere implementar, el Estado puede ser liberal, es decir, que permite al mercado que opere libremente o ser un Estado de Bienestar que opera regulando al mercado. En distintos periodos de la Argentina se puede observar como el Estado intervino o no para tratar de resolver esta problemática:

  • Hacia 1945 el Estado de Bienestar intentó dar respuesta al problema habitacional con el “Loteo popular” (7): se entregaban lotes a través del financiamiento en cómodas cuotas, accesibles, para los trabajadores. El problema de esta medida, es que solo se pensaba para los sectores que ejercen su fuerza de trabajo dentro del mercado laboral formal, en el caso de los trabajadores que ejercen su trabajo de forma informal no contaban con la posibilidad de acceder al financiamiento.
  • En los 70´ el gobierno, con tendencia liberal, llevaba una política de ajuste, medida que lleva al incremento de la problemática habitacional (ausencia de políticas habitacionales).
  • En los 90´ la impronta del gobierno era neoliberal, conduciendo a altos índices de desempleo y a un aumento en la problemáticas habitacionales, que termina estallando en diciembre de 2001.
  • A partir de 2003 mediante medidas progresistas, aumentó el presupuesto en políticas de viviendas sociales. Se creó el programa PROCREAR permitiendo la oportunidad de adquirir una vivienda. El programa no contemplaba el valor del suelo y fue la principal razón de su fracaso.
  • En otras palabras cuando la decisión política del Estado es actuar como un actor de bienestar, las medidas económicas que lleva a cabo para regular al mercado y desmercantilizar los bienes de servicios pueden ser:
  • La desmercantilización de alguna actividad económica actualmente lucrativa por el sector privado, para la no obtención de ganancias a través de este bien.
  • La captación fiscal, transfiriendo los recursos fiscales hacia los consumidores para incrementar la capacidad de consumo de los grupos insolventes, medida que se lleva a cabo a través de un salario indirecto, más conocido como subsidio. Se aplica a los servicios urbanos permitiendo el acceso a los sectores más excluidos, comprendiendo que existe una necesidad y un derecho a la vivienda, las que deben ser independientes de la producción mercantil.

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